La Iglesia del Sagrado Corazón, un tesoro arquitectónico en Santander, fue construida por la Compañía de Jesús entre 1888 y 1890. Diseñada por los arquitectos Leocadio Pasagartundúa y José Mª Basterra, esta imponente estructura de estilo neogótico cuenta con tres naves amplias y un ábside, midiendo 41m de largo por 21m de ancho y 20 de alto.
Resilencia, fe y arte en cuatro siglos de Historia
En 1902, se añadió una torre de 43m de altura con campanas y reloj, diseñada por Valentín Ramón Lavín Casalís y coronada por una elegante aguja gótica.
El interior de la iglesia alberga una rica colección de arte y decoración. Destacan las vidrieras absidiales de la casa F. X. Zetler de Colonia, las puertas de sacristías talladas por Vicente Larrea y los extensos murales pintados por Enrique Immemcamp Becker entre 1926 y 1932.
En 1902, se añadió una torre de 43m de altura con campanas y reloj, diseñada por Valentín Ramón Lavín Casalís y coronada por una elegante aguja gótica.
El interior de la iglesia alberga una rica colección de arte y decoración. Destacan las vidrieras absidiales de la casa F. X. Zetler de Colonia, las puertas de sacristías talladas por Vicente Larrea y los extensos murales pintados por Enrique Immemcamp Becker entre 1926 y 1932.
Entre las esculturas más notables se encuentran el Sagrado Corazón de Miguel Castellanas (1914) y las impresionantes figuras del Cristo de la Agonía y la Dolorosa, creadas por Daniel Alegre Rodrigo en 1921-22 y 1929 respectivamente.
El altar y expositor de estilo gótico, obra de Manuel Peralta en 1958, y el sagrario de plata realizado por Manuel Villarreal en el mismo año, complementan la belleza del templo.
Entre las esculturas más notables se encuentran el Sagrado Corazón de Miguel Castellanas (1914) y las impresionantes figuras del Cristo de la Agonía y la Dolorosa, creadas por Daniel Alegre Rodrigo en 1921-22 y 1929 respectivamente.
El altar y expositor de estilo gótico, obra de Manuel Peralta en 1958, y el sagrario de plata realizado por Manuel Villarreal en el mismo año, complementan la belleza del templo.
Esta joya arquitectónica, que combina historia, arte y espiritualidad, ofrece a los visitantes una experiencia inolvidable en el corazón de Santander.
Esta joya arquitectónica, que combina historia, arte y espiritualidad, ofrece a los visitantes una experiencia inolvidable en el corazón de Santander.